miércoles, 6 de febrero de 2013

LA GUIA NUNCA ESCRITA:PROPINAS


¿Dejamos propina o no?Segunda parte de la Guia de viajes Nunca Escrita.

La propina es una de esas costumbres que hacen que  sean tan distintos de los españoles. Si llevas a tu pareja a cenar a una marisquería y te sale la factura por 58,70 libras, en España dejas sesenta y tan pancho -si lo haces, lo normal es incluso coger la vuelta para pagar el parking-. Aquí no. Aquí el estándar sería dejarle al camarero entre cinco o seis libras.

Ya hay muchos lugares que incluyen en la cuenta el “service charge” que suele rondar el 12,5% del total. Desconfiad, es un subterfugio que muchos locales utilizan para hinchar los precios y sacar mayores beneficios y, por lo general, los currantes ven nada o muy poco de ese dinero.

Es una buena filosofía bien mirado. La tentación de ganar un sobresueldo con las propinas mejora el servicio que los camareros te dan, a priori. Para el inglés el servicio en una mesa no sólo consiste en que te dejen los platos y los retiren, sino que pretende que le sea brindada una experiencia que vaya más allá de la meramente culinaria.

Así que en Inglaterra si el servicio ha sido correcto, véase, te han atendido con amabilidad, explicado y orientado en caso de necesitarlo sobre los intríngulis del menú, no se han equivocado con las comandas y te han limpiado la mesa con presteza, como mínimo debes dejar un 10%. Si el servicio ha ido un poco más allá, incluso debes dejar algo más. Y por supuesto, si estimas que no se han cumplido los estándares, tienes el deber de hacérselo saber recogiendo las monedas del cambio para pagar el parking.

 Si como turistas has cenado alguna vez en Londres y crees que el servicio ha dejado mucho que desear es que has probado el lado oscuro de esta práctica. Los camareros no son tontos y saben que los turistas italianos, españoles, franceses, etc… no dejan propinas -y normalmente encima dan mucha guerra-, así que claro, no se suelen esmerar mucho con ellos, guardando energías para aquellas mesas dónde saben que pueden ganar dinero.

Las propinas en Alemania, un pequeño ritual


Una costumbre que está muy arraigada en Alemania es la de dar propinas. No sólo en cafeterías y restaurantes, también se suele dejar propina en la peluquería, a los guías turísticos, a los que sirven la comida a domicilio, mensajeros y hasta a los masajistas. En definitiva, todo lo que sea un servicio personalizado.

El caso más típico -y donde los extranjeros a veces pecamos de desconocimiento- es en los restaurantes. En Alemania es normal dejar una la propina de aproximadamente el 10% del total al pagar la cuenta. No es obligatorio, pero si negamos la propina estamos diciendo implícitamente que el servicio no nos gustó. En los restaurantes el pago de la propina es un pequeño ritual que empieza cuando pedimos la cuenta: (Zahlen, bitte!), tras lo que el camarero suele preguntar si vamos a pagar todos juntos (Zusammen) o cada uno paga lo suyo (Getrennt), que es el caso más normal. En este segundo caso el camarero hace una cuenta por separado por cada comensal.

Y aquí empieza el lío: Cada uno ha de decir lo que ha consumido, el camarero hace la suma en la mesa y a cada comensal le indica lo que debe pagar. Entonces, cada uno responde al camarero con la cantidad indicada más la propina. Por ejemplo, si nos dicen 15,5 euros y queremos dejar el euro de propina, le damos un billete de 20 y decimos “16,5”. Aquí lógicamente entra en juego el dominio de cada uno con el idioma. En alemán hay números que suenan muy parecido, así que si no pronunciamos muy clarito podemos multiplicar la propina por cinco.

Conclusión, más vale estar duchos con los números, porque si no nos puede salir la propina muy cara. Eso sí, el camarero nos estará agradecido mucho tiempo.

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